Leí otra vez un texto que, en uno de mis empleos, me entregaron en el primer día de clases de 2009. En esta lectura, me llamó la atención una parte que dice "Lo mejor de la vida es sertir orgullo al mirarse atrás". Y junto a este montón de dudas que siembro en mis pensamientos, dicha frase viene a sonar.
Quizá por la época del año, vengo recordando lo que pasó, mirando a mi vuelta y llenándome de incertezas sobre todo lo que un día juzgué como "verdad absoluta". También puedo creditar eso a las cosas futuras, o lo que espero de este tiempo, mis ganas, mis sueños y todo lo que hago, o no, para realizarlos.
Tengo dudas sobre el tiempo. Si hago un buen provecho de él, si ésta va a representar una época a la que quiera un día recordar, y, sobretodo, cómo la querré recordar. Tengo dudas sobre si estoy haciendo la cosa cierta, si no estaría en mi deber largar todo y empezar de nuevo.
Vivo en una 'comodidad' que me asusta mucho, aun por dudar que esta situación sea realmente 'cómoda'. Tengo, y siempre tuve, miedo a mis ilusiones, y por eso busco autoevaluar todo lo que pienso, creo, hago, hablo, aunque ahora tenga claro que todo eso quizá no valga de nada o, a lo mejor, puede ser muy peligroso.
No sé si mi realidad me enorgullese. Algunas cosas que ya he hecho puede ser que sí, pero como dice aquel bahiano, fue tan 'facil' conseguir, y?. Tengo miedo al montón de cosas grandes a conquistar y creo que ya no puedo quedarme aquí, parada. No fuera esa gran necesidad de tener algo seguro, este receo total al desconocido, ya tendría arreglado las malitas y marchado, aunque en sentido figurado.
Nenhum comentário:
Postar um comentário